El cetrero
libera a su halcón más veterano. El halcón, en libertad, se desorienta. Aún
siente el tirón de una correa inexistente. No puede escapar de su arraigado
hábitat.
Así los
humanos: buscan su libertad, la fuente verdadera, pero el residuo de sus
hábitos los aferran aún a una correa inexistente.
(Inspirado
en un poema de Su Shih -1075-)
Desde la ventana,
pálidas montañas que perdieron su
verdor.
Un bosque de escarchas rodea mi
cobijo.
¿Serán diamantes que cuelgan de las
ramas
o reflejos ilusorios de la nieve
invernal?
Desde mi ventana.
Adentro, recluido por una puerta
aterida,
tan solo yo con mis divagaciones.
¿Algún árbol da ya indicios de
floración?
Desde mi ventana, aún no puedo
percibirlo.
(Inspirado en un poema de Han-shan Te-ch'ing -1546-1623-)
Cosas sencillas: tomar el té bajo la
luna,
la brisa de una noche fresca,
caminar por la orilla de los ríos,
contemplar las montañas nubladas.
¿Qué más pedir?
En todas ellas se puede encontrar,
con mente despierta y serena,
los misterios del Tao,
la paz.
(Inspirado en un poema de Hung Ying-ming – 1596)
Las gaviotas,
como nubes, revolotean bulliciosas. Una vez que han pasado, ¿dónde han quedado
sus sombras y estridencias? Ni vestigio.
Tan solo un vacío y un silencio.
Vientos
tormentosos agitan las palmeras creando silbidos azarosos. Lejana ya la
ventisca solo reina el silencio. Al
anochecer, las sombras de los árboles se esfuman. Tan solo, más vacío. Nada se retiene, sólo, quizás, el recuerdo se
conserva. La mente sabia lo comprende: todo pasa en un instante y emerge otro
instante. Una ilusión que termina en el
vacío.
(Inspirado
en un poema de Hung Ying-ming -1596)
¿Dónde está ese pino de especial
aroma?
Furtivo entre tantos pinos.
Solo se divisa un tupido bosque
verde.
Así gira la vida, creación
enmarañada
entre una y otra ilusión.
¿De qué vale, entonces,
atarse a este mundo de apariencias?
(Inspirado en un poema de T'ao Ch'ien)
Noche de calor.
Una que otra luciérnaga desprende
su luz asombrosa. La luna se
multiplica:
una se atisba entre los árboles y
otra, reflejada
en las aguas del riachuelo.
El sonido del agua, fiel melodía
que me lleva a la calma.
(Inspirado en un poema de Ryokan -1758-1831-)
En la
habitación oscura,
la mente despierta:
un rayo de luz.
(Inspirado en un poema de Hung Ying-ming – 1596)
Libre de apegos, me despido
una vez más.
Nos encontraremos nuevamente
en la cima de la montaña o
en la orilla del mar.
Ahora emprendes el viaje
sin más compañía que tu perro.
(Inspirado en un poema de Chia Tao -779-843-)
El talento del verdadero sabio es como un diamante escondido entre las rocas, o enterrado bajo estiércol. Nadie, o muy pocos, sabrán de él, pero está ahí, irradiando su luminosidad y su fortaleza sin hacerse notar.
(Inspirado en un poema de Hung Ying-ming – 1596)
¿Por qué buscas tu camino
en el camino de otro?
Está a tus pies, solo tú lo puedes
caminar.
Un viaje en solitario, pero
encuentres lo que encuentres
al final podrás alcanzar
la verdadera libertad.
(Inspirado en un poema de Tozan, undécimo patriarca Zen - 807-869-).
Con cada mirada, un poema:
la delicada mariposa revoloteando
sobre el estanque,
un poema.
Flores que embellecen el verdoso y
húmedo sendero,
otro poema.
La paloma que abandona su nido
y se adentra en el espeso bosque,
un poema.
Nubes grises que presagian lluvia,
otro poema.
Todo, como un espejo,
es la visión del aquí y ahora.
(Inspirado en un poema de Yi Saek - 1328-1396-)
Un aliento que penetra todo,
lo comprende todo:
el origen de la flor,
la naturaleza de los peces,
la hoja desprendida que vuela con el
viento,
animales en su lucha,
la vida misma,
los hombres, las mujeres y sus
mentes.
Todo comienza y termina en el vacío.
(Inspirado en un poema de Shih-shu - siglo XVII-principios del XVIII-)
Con su bastón, una caminata desde el
alba.
Muchos senderos por recorrer,
paisajes que admirar.
La montaña, a lo lejos,
entre la neblina azulada.
Los estridentes riachuelos con aguas
cristalinas,
el valle que oculta cuevas
misteriosas.
Más allá, un antiguo templo.
Aún se percibe el olor a incienso de
otros tiempos.
¿Se escucha, acaso, una campana
repicando?
Llega al anochecer acompañado de su
bastón,
el dharma y un espíritu meditativo.
(Inspirado en un poema de Meng Hao-jan)
Junto al antiguo templo, un sendero
de bambú
conduce a un lugar oculto.
Quien lo ha descubierto lo ha
transformado
en su espacio de meditación.
Lo acompañan, la luz desde la
montaña
los árboles en flor,
el trino de los pájaros,
el estanque de aguas cristalinas
y el bendito silencio, interrumpido
a veces, por las campanadas del
templo.
(Inspirado en un poema de Ch'ang Chien)
Lejos del ruido y del desconcierto
vive el maestro.
Los pájaros lo acompañan en su
canto.
Se deleita contemplando a las nubes,
como si fueran sus vecinos.
El dharma y la fragancia de los
árboles
componen su eterna primavera.
(Inspirado en un poema de Han-shan)
¿Qué más pedir?
Contemplar las nubes con sus
asombrosas figuras,
las hojas rojas y amarillas que nos
regala el otoño,
los bordados de luz entre nube y
nube,
montañas majestuosas con sus blancos
picos,
el delicado aleteo de los pájaros,
mi bastón
y el silencio.
(Inspirado en un poema de Shih-shu - siglo XVII-principios del XVIII-)
En cada cosa, los misterios del Tao:
en la tetera humeante,
en los rayos de luna,
en el arroyo,
en la nublada montaña,
en una tranquila caminata.
(Inspirado en un poema de Hung Ying-ming, 1596)
Dichoso pino que goza de su soledad
con su copa perdida entre las nubes
como si quisiera acariciarlas.
Solo yo me atrevo a molestarlo.
No sé si lo incomodo,
pero me reconforto bajo su sombra,
apoyado en su rugoso tronco.
Cuelgo mi odre en una de sus ramas
y dejo atrás las ilusiones
que pretenden atarme a este mundo.
(Inspirado en un poema de T'ao Ch'ien)