INSPIRACIONES ZEN (2)

 


El cetrero libera a su halcón más veterano. El halcón, en libertad, se desorienta. Aún siente el tirón de una correa inexistente. No puede escapar de su arraigado hábitat.

Así los humanos: buscan su libertad, la fuente verdadera, pero el residuo de sus hábitos los aferran aún a una correa inexistente.

(Inspirado en un poema de Su Shih -1075-)

 

 

Desde la ventana,

pálidas montañas que perdieron su verdor.

Un bosque de escarchas rodea mi cobijo.

¿Serán diamantes que cuelgan de las ramas

o reflejos ilusorios de la nieve invernal?

Desde mi ventana.

Adentro, recluido por una puerta aterida,

tan solo yo con mis divagaciones.

¿Algún árbol da ya indicios de floración?

Desde mi ventana, aún no puedo percibirlo.

(Inspirado en un poema de Han-shan Te-ch'ing -1546-1623-)

 

 

Cosas sencillas: tomar el té bajo la luna,

la brisa de una noche fresca,

caminar por la orilla de los ríos,

contemplar las montañas nubladas.

¿Qué más pedir?

En todas ellas se puede encontrar,

con mente despierta y serena,

los misterios del Tao,

la paz.

(Inspirado en un poema de Hung Ying-ming – 1596)



Las gaviotas, como nubes, revolotean bulliciosas. Una vez que han pasado, ¿dónde han quedado sus sombras y estridencias?  Ni vestigio. Tan solo un vacío y un silencio.

Vientos tormentosos agitan las palmeras creando silbidos azarosos. Lejana ya la ventisca solo reina el silencio.  Al anochecer, las sombras de los árboles se esfuman. Tan solo, más vacío.  Nada se retiene, sólo, quizás, el recuerdo se conserva. La mente sabia lo comprende: todo pasa en un instante y emerge otro instante.  Una ilusión que termina en el vacío.

(Inspirado en un poema de Hung Ying-ming -1596)

 


¿Dónde está ese pino de especial aroma?

Furtivo entre tantos pinos.

Solo se divisa un tupido bosque verde.

Así gira la vida, creación enmarañada

entre una y otra ilusión.

¿De qué vale, entonces,

atarse a este mundo de apariencias?

(Inspirado en un poema de T'ao Ch'ien)

 

 

Noche de calor.

Una que otra luciérnaga desprende

su luz asombrosa. La luna se multiplica:

una se atisba entre los árboles y otra, reflejada

en las aguas del riachuelo.

El sonido del agua, fiel melodía

que me lleva a la calma.

(Inspirado en un poema de Ryokan -1758-1831-)

 

 

En la habitación oscura,

la mente despierta:

un rayo de luz.

      (Inspirado en un poema de Hung Ying-ming – 1596)

 

 

Libre de apegos, me despido

una vez más.

Nos encontraremos nuevamente

en la cima de la montaña o

en la orilla del mar.

Ahora emprendes el viaje

sin más compañía que tu perro.

(Inspirado en un poema de Chia Tao -779-843-)

 

 

El talento del verdadero sabio es como un diamante escondido entre las rocas, o enterrado bajo estiércol. Nadie, o muy pocos, sabrán de él, pero está ahí, irradiando su luminosidad y su fortaleza sin hacerse notar.

                   (Inspirado en un poema de Hung Ying-ming – 1596) 

 

 

¿Por qué buscas tu camino

en el camino de otro?

Está a tus pies, solo tú lo puedes caminar.

Un viaje en solitario, pero

encuentres lo que encuentres

al final podrás alcanzar

la verdadera libertad.

       (Inspirado en un poema de Tozan, undécimo patriarca Zen - 807-869-).

 

 

Con cada mirada, un poema:

la delicada mariposa revoloteando sobre el estanque,

un poema.

Flores que embellecen el verdoso y húmedo sendero,

otro poema.

La paloma que abandona su nido

y se adentra en el espeso bosque,

un poema.

Nubes grises que presagian lluvia,

otro poema.

Todo, como un espejo,

es la visión del aquí y ahora.

(Inspirado en un poema de Yi Saek - 1328-1396-)

 

 

Un aliento que penetra todo,

lo comprende todo:

el origen de la flor,

la naturaleza de los peces,

la hoja desprendida que vuela con el viento,

animales en su lucha,

la vida misma,

los hombres, las mujeres y sus mentes.

Todo comienza y termina en el vacío.

      (Inspirado en un poema de Shih-shu - siglo            XVII-principios del XVIII-)

 

 

Con su bastón, una caminata desde el alba.

Muchos senderos por recorrer,

paisajes que admirar.

La montaña, a lo lejos,

entre la neblina azulada.

Los estridentes riachuelos con aguas cristalinas,

el valle que oculta cuevas misteriosas.

Más allá, un antiguo templo.

Aún se percibe el olor a incienso de otros tiempos.

¿Se escucha, acaso, una campana repicando?

Llega al anochecer acompañado de su bastón,

el dharma y un espíritu meditativo.

                               (Inspirado en un poema de Meng Hao-jan)

 

 

Junto al antiguo templo, un sendero de bambú

conduce a un lugar oculto.

Quien lo ha descubierto lo ha transformado

en su espacio de meditación.

Lo acompañan, la luz desde la montaña

los árboles en flor,

el trino de los pájaros,

el estanque de aguas cristalinas

y el bendito silencio, interrumpido

a veces, por las campanadas del templo.

                         (Inspirado en un poema de Ch'ang Chien)

 

 

Lejos del ruido y del desconcierto

vive el maestro.

Los pájaros lo acompañan en su canto.

Se deleita contemplando a las nubes,

como si fueran sus vecinos.

El dharma y la fragancia de los árboles

componen su eterna primavera.

                               (Inspirado en un poema de Han-shan)

 

 

¿Qué más pedir?

Contemplar las nubes con sus asombrosas figuras,

las hojas rojas y amarillas que nos regala el otoño,

los bordados de luz entre nube y nube,

montañas majestuosas con sus blancos picos,

el delicado aleteo de los pájaros,

mi bastón

y el silencio.

      (Inspirado en un poema de Shih-shu - siglo XVII-principios del XVIII-)

 

 

En cada cosa, los misterios del Tao:

en la tetera humeante,

en los rayos de luna,

en el arroyo,

en la nublada montaña,

en una tranquila caminata.

             (Inspirado en un poema de Hung Ying-ming, 1596)

 

 

Dichoso pino que goza de su soledad

con su copa perdida entre las nubes

como si quisiera acariciarlas.

Solo yo me atrevo a molestarlo.

No sé si lo incomodo,

pero me reconforto bajo su sombra,

apoyado en su rugoso tronco.

Cuelgo mi odre en una de sus ramas

y dejo atrás las ilusiones

que pretenden atarme a este mundo.

                           (Inspirado en un poema de T'ao Ch'ien)