Una cabaña solitaria en el tupido bosque.
Rocas,
naturaleza y versos que conviven.
Ya no son
necesarios los libros
ni las
palabras.
Los sagrados
versos quedan grabados
en cada una
de mis vísceras.
El resto, ya
cenizas.
(Inspirado en un poema de Ikkyu
-1394-1481)
Sin
ataduras.
Libre y
sereno de cuerpo y mente,
sin
enredarse en el dharma
ni
enmarañarse con el Vacío.
(Inspirado en un poema de Hung
Ying-ming -1596)
¿Alguna
diferencia?
Sujeto y objeto
¿son lo mismo?
Todo
resplandece, al parecer,
el convidado
y el anfitrión,
la realidad
y la ilusión.
Al final, el
absoluto lo abarca todo
realidad e
ilusión
forma y
vacío
el dharma
revelado.
Sin punto de
arranque ni de fin.
Interpenetración,
interdependencia.
(Inspirado en un poema de Zhitong - d.1124)
simples
hojas verdes
que vuelan
con el viento,
flores
esparcidas, nieblas, nubes.
Capta su
significado,
atrapa su
emoción
y la poesía
estará forjada,
apuntando a
la sabiduría zen.
(Inspirado en un poema de Hung Ying-ming - 1596)
Aquí estoy, mente y cuerpo
entre
colinas,
el aire, la
montaña,
el canto de
los pájaros, sus revoloteos
y la tenue
luz del atardecer.
¿Tengo acaso
que escuchar
el chirrido
de los carros,
el trote de
caballos
cerca o
lejos a mi cabaña?
La verdad se
conoce, sin decirla.
(Inspirado en un poema de T'ao Yuan-ming)
en este día
gélido.
Un solo
aviso de casa
y al
amanecer
nadie se
entera de mi partida.
(Inspirado en un poema de Fahai)
sin límites:
existencia y
no existencia,
libertad de
deseos.
(Inspirado en un poema Loy Ching-Yuen
- 1873-1960)
Finos hilos de humo blancos, grises,
que se
enredan serpenteando en las alturas,
impregnan la
morada de aromas relajantes,
alternando
sus tonos y sus formas.
Se
acrecienta la fragancia
al tiempo
que se consume la varita de incienso.
(Inspirado en un poema de Gensei -
1623-1668)
pueden
convertir tu camino
en una senda
sinuosa.
Sombríos
nubarrones en días de temporal
pueden
ocultar tu puerta y tu entrada.
Pero el Tao,
su secreto,
con una
sutil contemplación
puede crecer
en ti, sin ocultarse.
(Inspirado en un poema de Loy Ching-Yuen - 1873-1960)
Mírate allí,
como tonto,
sentado
apuntando la mirada
a una diana
inexistente,
sin flecha,
sin arco, incongruente.
Es ahora, en
que tu pequeña mente
te hace
sentir torpe, ridículo
desconcertado
e insatisfecho,
cuando la
verdadera vida, tu naturaleza,
puede
empezar a surgir
lejos ya de
los pensamientos dañinos,
y descubres
el poder del zen,
que
actualiza tu esencia búdica.
(Inspirado en
un poema de Kosho Uchiyama - 1912 -1999)
Buda de la
luz ilimitada, prodigiosa.
Incalculables
mundos de paz y compasión,
su Tierra
Pura.
(Inspirado en un poema de Shinran -
1173-1263)
La ropa desgastada, qué más da.
Abandonar lo mundano.
Con la luz y el calor
de un trozo de leña ardiendo
para pasar la noche, me conformo.
(Inspirado
en un poema de Ryokan (1758-1831)
La luz blanquecina de la luna en la ventana
el susurro del viento entre los tallos de bambú
la chirriar de los insectos
el humo del incienso.
No son necesarias las palabras.
Con lo que la naturaleza ofrece
basta para percibir un sentimiento ilimitado.
(Inspirado en un poema de Ryokan
(1758-1831)
Penetra el otoño y el templo
se divisa más antiguo, abandonado,
envuelto en niebla espesa.
Los árboles desnudos,
sus hojas, un tapiz sobre la tierra.
El estanque de las virtudes casi seco,
alfombrado por los lotos.
Pero aún se percibe la escritura del maestro
la escultura dorada del artífice,
un semblante majestuoso.
No se divisa un alma por los alrededores
en este otoño de frío y ventisca.
(Inspirado
en un poema de Gensei - 1623-1668)
al siguiente gatos o conejos,
así se contempla el vacío. Miles de formas
y todas ilusorias, aparentes.
O una mancha de tinta:
ves en ella un rostro desalmado
y yo una sonrisa angelical.
¿Quién acierta?
Todo ceñido en el vacío,
cielo y tierra.
Sol, luna, ríos y mares
pueden deslizarse por mi pecho
y en un soplo también yo soy una ilusión.
Ni logro ni no logro,
sin principio, sin fin…
(Inspirado en un poema de Shih-shu (S.
17 principios del 18)
El estanque, congelado.
Se esperan días de calor y sol
para que sus aguas fluyan libremente.
Así, los humanos:
Nacemos con esencia búdica o
chispa divina, como se prefiera.
Pero ¡cuánto calor necesitamos
para dejar atrás el entumecimiento
y poder, por fin
experimentar, sin falsedades,
esa esencia luminosa!
Pincelada de virtudes,
méritos manifiestos,
la potestad del dharma,
y despertar.
(Inspirado en un poema de Kuei-feng)
a los árboles que rodean mi cabaña.
Sus hojas caídas son mi alfombra.
Cuando canto me acompañan los pájaros.
Para hablar del dharma me tengo solo a mí.
¿Qué más preciso en esta eterna primavera?
(Inspirado en un poema de Han-shan)